Hola, bellos del monte, del mar y de la urbe! Primero gracias por acordaros de mí aún estando en esta esquina del mundo esa que si te vas un poco más allá, ya vuelves (gran frase de gran peli) y segundo quería deciros que estamos muy bien y muy ricamente. Y que también me acuerdo mucho de vosotros, familia y grandes amigos y amigas 🙂 Os cuento un poco por encima, diciéndoos que ya dejamos de lado
Archivos Mensuales: octubre 2012
Crónica desde Indonesia 2 (1 octubre 2012)
JEEEEEEEEEEEELOOOOOOOOOOOU!
Bueno, cuantas de cosas que han pasado desde que escribi mi ultimo texto aqui. Resulta que este texto lo empiezo un poco -perdon por la palabra- puteada, porque estaba escribiendo sobre esto mismo un parrafo bastante guay y PUF! se fue la luz en el ciber. Asi que todo muy bien y tal y el texto a tomar “polo cu”, evidentemente.
El caso es que dejamos la isla de Bali pa
De momento, en Gili Air, ademas de experimentar con lugares y sensaciones, tambien hicimos anillos con un lugarenho, intercambiamos idiomas, y disfrutamos de este pedacito (muy muy muy pequenho) del mundo. Hoy fuimos de una isla a otra en un catamaran capitaneado por Rubén mientras yo pegaba gritos ante los amagos de volcar que se quedaron en nada (muchas olas mucho viento y mucha diversion – inevitable recordar la peripecia del velerito en Bavaro Beach con Frani, eh mama?), y manhana nos vamos a bucear con botellas rondando Gili Trawagan, a darles un saludo a tortugas, pececillos y pecezotes, y algun que otro tiburoncete inofensivo si vamos al Shark Point (que ya nos ha dicho la monitora que estan a bastante mas profundidad de la que estaremos nosotros: ellos a 24m y nosotros a 12m y que solo suben para hacer recados los dias que abre el estanco).
BESOS DESDE AQUI!!!!
Crónica de mi llegada al -supuesto- Primer Mundo (10 octubre 2012)
Y mi crónica de la llegada al -supuesto- Primer Mundo…
Pocos días después de mi llegada al piso, mis compañeras Aina Araújo y Marinna Violeta (las encargadas de ponerme al día con el mundo) me comunicaron el desastre del 25S aquí en Madrid… Algo con lo que me quedé sin palabras… Vengo de un lugar en el que bastan 3€ para comer un día, un lugar en el que los niños viven descalzos, dónde el p
El orden es necesario, y la ley dice que se puede recurrir a la fuerza si la desobediencia alcanza cierto límite (me gustaría, saber, igualmente, si ese límite se alcanzó algún momento…). Pero la vergüenza y la pena me abordan al ver cómo porrazos caían sobre personas que intentaban proteger a otras, sobre gente inocente que ni siquiera tenía que ver con la manifestación, y sobre todo vergüenza al ver que ninguno de los actos de esos supuestos “antidisturbios” fue en solitario.
El “Primer Mundo” golpea de nuevo, fue lo que pensé al ver este espantoso vídeo (http://www.youtube.com/verify_age?next_url=%2Fwatch%3Fv%3DUDCRgqspmyU), al ver cómo se ha resulto la historia de Bretón, al ver a una profesora maltratando a un niño autista hasta llevarlo a la inconsciencia para reanimarlo después a patadas, al ver cómo rescatan a un niño de 11 años secuestrado en Cataluña, al oír gritos de “INDEPENDENCIA” en un campo de fútbol, algo tan ridículo como incoherente. Al ver que, en definitiva, el haber TANTO de TODO hace que un ser que ha conseguido averiguar cuánto pesa el Planeta Tierra -aunque flote en un lugar más estudiado que el fondo marino- no sepa distinguir los distintos ideales de la discusión, y las distintas culturas y el respeto de la lucha y la búsqueda de la absurda superioridad, tan inútil en un lugar -aquél del que vengo- en el que se demuestra que la sociedad avanza con el tiempo, la humanidad NO.
Somos unidades que se desplazan (12 sept 2012)
Viajamos solos. Lo que es viajar, del verbo desplazarse, lo hacemos solos. Se trata de una desconexión, de un “estoy viajando, incomunicado del mundo, y sólo hablo conmigo mismo”. Y eso es lo que nos pasa… O por lo menos a mí.
No es algo tan drástico como olvidarse de todo, pero casi. Es como cuando uno pasa unos días ingresado en un hospital y desconecta de todo, porque vive con esa conciencia tranquila del “aquí no estoy capacitado para hacer nada, así que me despreocupo”. Quizá sea algo así. Yo he llegado a viajar sola teniendo acompañantes conmigo.
Repentinamente, las cosas se vuelven muy claras. La mente se aclara, se despeja de lo mundano y sólo se centra en uno mismo y en el paisaje transitorio y borroso al otro lado de la ventana o en los km de altura que te separan del suelo.
Hablas contigo mismo, y se lo cuentas al papel. Le cuentas a dónde te vas, por qué lo haces, qué sientes y a quién vas a echar de menos. Incluso a quién quieres. Nunca está de más andar recordándolo, sobre todo en momentos en los que el ritmo trepidante de la vida no te pisa los talones. Y esos momentos, para mí, siempre son desplazándome.
Mañana cojo un vuelo a Doha (Qatar) en cuyo aeropuerto pasaré una tarde de mi vida. Después, si todo va bien, cogeré mi segundo y último vuelo del trayecto, con destino a Denpasaar (Bali, Indonesia). El primer viaje larga distancia y con un toque místico que hago totalmente sola.
Ahí pasaré 3 semanas, entre islas, culturas, olores, ambientes y sobre todo colores. Y, por supuesto, excelente compañía.
Éste es el primer escrito del viaje que comienza esta tarde pasando la noche en Barcelona. Irá seguido de muchos más (a mano, por supuesto), los cuales almacenaré en una libreta que tendrá el título HOME.
HOME, que es el Mundo.
Escribo desde la inconsciencia y la intemperie en la que me hallo antes de un viaje de este calibre que, por supuesto, aún no me creo.
Es difícil escribir sobre algo de lo que no tienes apenas constancia ni conciencia.
Si algo tengo más que claro es que por fin participo en un viaje del que me siento dueña, junto a mi querido acompañante. Y sé que sólo es el principio de un libro sobre el Mundo, las gentes y las costumbres que nos rodean. Un mundo en el que habitamos y tan poco nos molestamos en conocer.
Pocas cosas hay más excitantes que el decidir abrir la puerta y cruzar al otro lado.